Por Félix Santana García
Cuando se piensa que el tema de la corrupción está mermando o desapareciendo resurge con más fuerza en sus distintas modalidades.
Por más medidas, amenazas, castigos, endurecimiento de leyes, mecanismos, educación y prevenciones que se impongan o se apliquen, más casos se oyen sobre este flagelo social. Se parece a la lleva Verdolaga o la hidra.
Por más acciones que se emprendan para atacar la corrupción, ésta resurge como un torbellino, es un cuento de nunca acabar.
Se habla ya, de que es una patología, que es consustancial al ser humano, que es parte de su ADN, es congénito, cultural o producto del medio donde se desarrolla una persona, contagiosa por demás.
No ha valido que se eduque, se ataque, se combata en todos los terrenos y medios, se implore, se legisle, se aumenten los años de condena, se desarrollen campañas efectivas contra este flagelo, se creen comisiones, se divulgan mensajes.
Iniciativas sanas o bien intencionadas, pero estas son burladas, se incumplen, se violan por el ser humano.
Realmente es difícil o muy difícil combatir este problema mediante los métodos y medios convencionales especialmente en países Latinoamericanos, donde al llegar al poder con las manos limpias, salen de éste, con los bolsillos llenos.
En países asiáticos, este delito se castiga hasta con la muerte, que aunque se aplique la pena de muerte siempre aparecen casos, aunque sean aislados, lo que quiere decir, que no obstante existir buenos programas educativos y leyes draconianas, siempre surgen casos de corrupción en personas que son cuerdas o estables emocional o saludable psíquicamente.
Han habido muchos presidentes en América y otras latitudes, que han sido sorprendidos, violando la buena fe o traicionando la confianza que un pueblo ha depositado en ellos y, aun respetan las promesas que les han jurado a sus conciudadanos en campañas electorales.
Se socializa, concientiza, se habla, analiza, reflexiona sobre los efectos que este problema causa a la educación, salud, viviendas, en si al crecimiento y desarrollo económico y social de un pueblo.
Pero que va, siempre aparecen personas de mala voluntad o de malos sentimientos, que solo piensan en el bien particular en contra del general.
A veces sin necesidad de hacerse de dinero o sustraer bienes que no les corresponden, buscan sustraer algo por manía o por estar afectado, por el trastorno mental caracterizado por la incapacidad persistente para resistir los impulsos de robar objetos, incluso si no tienen valor o no son necesarios para la persona que lo sustrae, es decir, se ven afectados por la enfermedad de robar conocida como la cleptomanía.
De ser así, los gobiernos deberían aplicar los programas convencionales conjuntamente con programas de salud mental, tratando este problema como un caso de salud mental y no solo como un simple problema de mañosería o, de hacerse rico a como dé lugar, a los fines de alcanzar movilidad o estatus social forzada, por desesperación de alcanzar el éxito financiero, sin tener los talentos para ello o, por simple envidia o por ambición.
Lo mismo sucede con el lavado de activos o, el tráfico de estupefacientes o sustancias controladas pero también con el negocio de trata de personas.
Los individuos cleptómanos experimentan una creciente tensión ante el robo y una sensación de gratificación o alivio durante el acto, seguido de culpa, remordimiento o vergüenza.
Estas personas afectadas con dicha enfermedad se caracterizan por su impulsividad, pérdida de control, objeto sin valor, sentimiento posterior, no por necesidad.
Funcionarios, personas en general que se dan a la tarea de sustraer dinero u objetos, se cree que existen factores que actúan en ellos como los biológicos, psicológicos y sociales, integrales u holísticos.
Como se ha comprobado que los corruptos no escarmientan, no se detienen en hacerse de lo que no les corresponde, es menester que se traten como trastornados mentalmente y, para ello se debe aplicar terapia cognitiva-conductual, que ayude a identificar y modificar los patrones de pensamiento y comportamiento, relacionados con el robo, y en algunos casos, pueden incluir medicación.
La corrupción en República Dominicana sigue siendo un desafío importante, aunque se han observado avances en el gobierno del presidente Luis Rodolfo Abinader Corona, quien se ha enfocado en fortalecer los órganos de control interno, de Compras y Contrataciones, Antifraudes, Auditorías, Ética, Transparencia e Integridad.
El país ha mejorado de manera sustancial, en el Índice de Percepción de la Corrupción de los organismos Transparencia Internacional y OCDE.
Sin embargo, persiste la preocupación por la impunidad y la necesidad de fortalecer las instituciones encargadas de combatir la corrupción.
Se sostiene que la corrupción es sistémica, afectando todos los niveles de gobierno, el poder judicial y las fuerzas de seguridad, así como al sector privado.
La República Dominicana, ha mostrado progreso en su lucha contra la corrupción, mejorando su posición en el Índice de Percepción de la Corrupción, destacándose en la región.
A pesar de los avances, se necesita un mayor esfuerzo para fortalecer las agencias anticorrupción y garantizar la aplicación efectiva de las leyes.
La corrupción afecta negativamente la confianza de los ciudadanos, en las instituciones y puede obstaculizar el desarrollo económico y social.
En la nación dominicana se han investigado casos de corrupción de alto perfil, como: Operación Coral, Coral 5G, Anti pulpo, Medusa, Calamar, Lobo, caso Intrant, Inabie, donde se han visto involucrados funcionarios públicos
El gobierno dominicano, que preside el ciudadano presidente, Luis Rodolfo Abinader Corona, ha enfatizado en la lucha contra la corrupción como prioridad y, ha implementado políticas de transparencia para abordar este problema o flagelo.
La corrupción en República Dominicana es un problema complejo con avances y desafíos.
Si bien es cierto que se ha logrado mejoras en la lucha contra la corrupción, no menos cierto es que este representa una gran amenaza y para combatirla hay que seguir librando una cruzada más agresiva contra este problema. Definitivamente es crucial continuar fortaleciendo la rendición de cuentas para avanzar hacia una sociedad más transparente, equitativa y justa.
En los últimos casi tres años, la Contraloría General de la República ha desarrollado programas de fortalecimiento de sus controles previos a través de las Unidades de Auditoría Internas (UAI”S), enclavadas en más de 280 instituciones del Gobierno Central y se estima que para el próximo 2026 se completaran las 300 unidades.
Así también, hoy la Contraloría cuenta con nuevas herramientas de control, como el Sistema Único de Gestión de Pagos (Sugep), nuevas normas de segundo grado en el marco de las Normas Básicas de Control Interno (Nobaci), se capacita su personal en el modelo Coso o de Control Interno, desarrolla conjuntamente con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) un nuevo modelo de gestión, próximamente pondrá en ejecución una novedosa herramienta de georreferenciación de obras civiles, a los fines de fortalecer la fiscalización de las mismas.
Hoy la Contraloría lleva a cabo un plan anual intenso de auditorías de enfoque general y focalizado en todas las instituciones del gobierno central y gobiernos locales.
A través de su dirección de análisis financiero, evalúa el debido recaudo o ingresos tributarios y extraordinarios, analiza los Estados Financieros de las Instituciones, así como el Estado de Recaudación e Inversión de la Renta.
Implementa nuevas acciones sobre transformación digital e inteligencia artificial a través de su dirección de tecnología de la información y comunicación.
La Escuela de Control Interno (Enci) desarrolla programas de formación de manera continua a favor del personal de las direcciones administrativas y financieras de las instituciones.
El área de registro de contratos y adendas se fortalece con el apoyo de auditores legales así como con la asistencia del Departamento de Ingeniería y Arquitectura y su plataforma TRE.
El personal de la Contraloría recibe evaluación y capacitación continua de parte de su Dirección de Desarrollo Humano y realiza estudios y analiza casos legales y representa la institución ante los tribunales de parte de su dirección jurídica.
Todo lo anterior con miras a fortalecer la lucha contra la corrupción a favor de la transparencia, el control, la fiscalización y el cumplimiento normativo a través de las auditorías, a los fines de garantizar el uso correcto de los fondos del Presupuesto General del Estado.felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com