Aisha Syed regresa al Teatro Nacional, la casa musical que la vio nacer

A los 11 años Aisha Syed debutó como violinista en el Teatro Nacional Eduardo Brito. A sus 35 años, luego de haber tocado en varios de los escenarios más prestigiosos del mundo, Aisha regresa una vez más “a casa”.

Este miércoles 13 de agosto la célebre violinista Aisha Syed encabezará junto con el reconocido director José Antonio Molina el concierto inaugural de la Temporada Sinfónica 2025 en el Teatro Nacional Eduardo Brito.

“Ese escenario me ha visto crecer de manera que otros escenarios no lo han visto. Entonces, yo diría que básicamente me siento como en casa, pero con una responsabilidad grande también”, expresó la violinista.

Aisha explicó que esta responsabilidad tiene tres vertientes. Primero, con Dios, porque como intérprete cristiana ella dedica su música a Dios y por esto desea siempre dar lo mejor de sí misma. Segundo, con los otros músicos y personas que la vieron crecer y desarrollarse como violinista a través de los años. Y tercero, con Beethoven, el compositor de parte del repertorio musical que tocará.

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La artista contó que cuando tenía 8 años, su profesor Hipólito Javier, una figura muy cercana a ella en su niñez, le dio boletas para la Temporada Sinfónica de ese entonces.

“Yo me subí en el balcón y me tocó la última fila, la última última. Del lado mío se sentó una señora que se veía como americana y me dijo con un acento medio americano: ‘No, no te preocupes, que los últimos serán los primeros.’ Y esas fueron unas palabras que luego, después de años, se hicieron realidad y al yo estar en el escenario, eso es un sueño hecho realidad”, narró.

A lo largo de su carrera, Aisha se ha posicionado como una de las violinistas más reconocidas a nivel mundial. Ha tenido la oportunidad de tocar en grandes salas de música, tales como el Palau de les Arts en Valencia, el Kennedy Center en Washington DC, el Victoria Hall en Ginebra, el Teatro Mayor en Bogotá, el Royal Opera House en la India, el Clairmont Hall en Tel-Aviv, el Xinghai Concert Hall en China, el Palacio de los Grandes Duques en Vilna, entre muchos otros.

“A mí me encanta, me ha fascinado poder recorrer el mundo literalmente en escenarios que yo meramente soñaba con visitar”, dijo Syed, destacando que el próximo año tocará por quinta vez en el Carnegie Hall. La artista también resaltó la Filarmónica de Berlín, el Victoria Hall de Suiza y el Wigmore Hall de Londres, un escenario extremadamente exclusivo. Todos estos conciertos representan un sueño cumplido de la niña que alguna vez fue.

Sin embargo, Aisha también tiene en muy alta estima a la República Dominicana, donde reside desde hace muchos años con su familia luego de estudiar en el extranjero. Ella afirmó que siempre se lleva consigo a su país a todos los lados donde va.

“Para mí, la identidad y la idiosincrasia dominicana es algo que forma una parte intrínseca mía y de mi familia, de manera que más que extrañarla, siento que la llevo conmigo”, dijo Aisha sobre la forma en la que se siente al salir del país cada vez que da un concierto internacional, agregando que la labor que ha realizado como embajadora honorífica es para ella “un alto privilegio y una responsabilidad”.

JUNTO A MOLINA

Syed resaltó que el concierto de Beethoven que tocará por segunda ocasión con el maestro José Antonio Molina se trata de un concierto “complejo, pero extraordinariamente bello”.

Sobre la interpretación de esta música, Aisha Syed compartió una filosofía bastante particular: “Yo me siento realmente como una servidora ahora en el momento que estoy ejecutando, porque realmente, si bien yo debo de tener cierto nivel cuando toco, lo más importante es que el compositor se luzca en ese sentido. Primero le doy la gloria a Dios y luego que el compositor se destaque. Entonces, yo meramente soy un canal”.

Este concierto también representa un reencuentro entre Aisha y el director José Antonio Molina. La violinista contó que conoció al director por primera vez cuando tenía tan solo 5 años en un comercial que grabaron como parte de la Sinfónica Infantil.

“Para mí es un privilegio poder ser dirigida por él tantas veces y recibir conocimientos de él”, dijo Aisha. 

También comentó que su maestro la ha visto crecer desde pequeña y junto a él ha tocado obras de Beethoven, Chaikovski, entre otros compositores.

NUEVA FILOSOFÍA DE VIDA

A lo largo de su transcurso, y tras un par de encuentros cercanos con la muerte, Aisha ha llegado a una conclusión que podría sorprender a muchos: la música no es su vida. Al menos, no completamente.

Al principio de su carrera musical, la intérprete recuerda que era una persona mucho más perfeccionista y que “tomaba demasiado enserio todo”.

Con la llegada de sus hijos y otras experiencias que llegaron con los años, la artista adquirió una nueva perspectiva.