Por: Felix Santana García, administrador financiero de RD.
Al formular y ejecutar un presupuesto se persigue a través de las estrategias ajustadas a las circunstancias cristalizar los objetivos y metas que llevarán a las instituciones cumplir con la visión y misión diseñadas para el largo plazo.
Mucho se habla de formular planes, programas, proyectos, planes estratégicos, planes operativos anuales y planes anuales de compras y contrataciones, pero sin un presupuesto que les sustente, de nada serviría formular los mismos, pues todo quedarían en aspiraciones irrealizables debido a la falta de realismo de los entornos locales e internacionales que influyen en los presupuestos en el momento de su formulación.
Presupuestar no es más que presuponer que han de suceder eventos económicos y financieros que darán lugar a la obtención de los propósitos previamente planeados.
La presupuestación expresa de manera cuantitativa objetivos y metas a ser alcanzados en un lapso específico, pero siempre apegados a las estrategias más apropiadas.
Para lograr esos objetivos y metas con el apoyo presupuestal necesario, es obligatorio ceñirse estrictamente al presupuesto formulado, ninguna actividad a llevarse a cabo no debe ejecutarse alejada de lo planeado.

Ahora bien, las circunstancias imponen que los presupuestos sean variables pues estos deben ajustarse a la realidad de los eventos que periódicamente suceden en la vida.
Esto quiere decir que nada es estático y por lo tanto los presupuestos se formulan para varios niveles de actividades.
Hay situaciones que llevan a los planificadores y formuladores de los presupuestos a variar las estrategias o conjunto de acciones para lograr los objetivos y metas previamente concebidos para concretizarse en la realidad.
Los ingresos que se esperan recibir para hacer posible los objetivos, metas y, poder cumplir con la visión y misión de una institución requiere que estos ingresos sean debidamente usados o aplicados con transparencia y eficiencia, es decir, ser comedido en el gasto, gastar donde debe gastarse.
Seminario
Recientemente se llevó a cabo en el país el Seminario Internacional sobre Presupuesto Público que cada año se celebra en un país de la región para analizar la política de gasto público en busca de conseguir eficiencia que coadyuve con el desarrollo de las naciones.
En el marco de dicho evento, el presidente de la República Dominicana, Luis Rodolfo Abinader Corona, abogó por la transparencia y eficiencia en el manejo del gasto público con miras al desarrollo integral de las naciones.
El lema de dicho evento fue La geopolítica internacional y la fiscalidad en tiempos de transformación global, a los fines de mejorar el diseño presupuestario y la administración financiera en países de América Latina y el Caribe, concentrada en la sostenibilidad fiscal, la estabilidad macroeconómica, el crecimiento económico y la distribución de los ingresos.
El señor presidente Abinader parafraseando a su padre, que en una ocasión fue director de presupuesto, expresó que un plan de gobierno sin un buen presupuesto es pura poesía.
En tanto la Dirección General de Presupuesto de la nación dominicana, comunicó la importancia y el interés del Gobierno en planificar presupuestos más estratégicos, sostenibles y transparentes, que mejoren la calidad del gasto, garanticen la sostenibilidad fiscal y consoliden la confianza en las finanzas públicas.
El presidente de la Asociación Internacional de Presupuesto (ASIP) refirió que la política fiscal es el eje que le permite amortiguar las problemáticas sociales.
En esa dirección, a través de un informe elaborado por el Ministerio de Hacienda de la República Dominicana se proyecta la consolidación fiscal progresiva en el mediano plazo.
Proyectos
La administración Abinader busca eliminar los gastos innecesarios, asimismo proyecta aumentar la presión tributaria en el orden de un 16.1% en el lapso 2025-2029, impulsado por mejoras en las recaudaciones, la modernización del sistema fiscal y una revisión de los gastos tributarios, sin aplicar nuevos impuestos.
Lo anterior basado en una estrategia de fortalecimiento institucional, que incluye la modernización tecnológica de las entidades recaudadoras, una fiscalización más rigurosa y una coordinación efectiva entre la Dirección General de Impuestos Internos, la Dirección General de Aduanas y la Tesorería, aplicando una planificación estratégica y operativa con el propósito de contener los niveles de endeudamiento del sector público.
En conjunto, se proyecta una consolidación fiscal progresiva y sostenida del déficit, que permita alcanzar el equilibrio de las cuentas públicas y reducir la carga del servicio de la deuda sobre los ingresos del Estado en un horizonte razonable.
El informe resalta que el Gobierno continuará priorizando políticas públicas, orientadas al bienestar social y al crecimiento sostenible, operando dentro de un espacio presupuestal limitado, pero con una asignación más eficiente de los recursos.
Todo lo anterior se enfocará en mejorar la calidad de vida de todos los dominicanos.
Es digno destacar que de cumplirse cabalmente lo planteado y cumplirse con las proyecciones en el orden de la transparencia y eficacia presupuestal la República Dominicana tendrá una administración financiera pública mucho más moderna que responda a las necesidades insatisfecha y que hoy se procuran satisfacer para bienestar de todos los dominicanos, muy especialmente, los de a pie o vulnerables.
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