Por: Petra Saviñón, periodista de RD.
-El tal bullyng ese es libertad de expresión, una persona puede decirle a otra cosas en su prerrogativa de ejercer esa derecho -El periodista suelta esa frase en plena sala de redacción, convencido de que es innecesario atacar ese mal y menos con acciones como sanciones en el Código Penal.
Su parecer hace quedar como culpable al que recibe las burlas, “ pues ahora los muchachos son muy sensibles y por todo lloran o todo le cae mal. Arguye que “esos relajos siempre han existido y todos nos criamos sin trauma”.
Ese concepto tiene adeptos, muchos, que ganados por la teoría de que el problema son los que permiten la provocación, los que le dan cabida, no ven más allá y ahí queda todo o va muy lejos…
Llegan salidas como aconsejar a la víctima que golpee al victimario, que le dé una ‘pedrá’ y que si no lo enfrenta tendrá problemas en la casa.
Así mientras para unos eso es cosa de muchachos y no corrigen esa desviación conductual ni averiguan qué lleva a un niño o adolescente a cometerla, para otros es resuelta con violencia sobre violencia. Por eso, ambos segmentos piensan que no es necesario dar tanta importancia al tema.
Resulta que sí hay adultos marcados por esas situaciones, que las cargas emocionales que provocan dejan huellas desastrosas en sus vidas. Quizás entre esos están los mismos que minimizan su impacto y sus palabras son escudo para no lucir vulnerables.
Tal vez lo hagan de forma inconsciente, porque el cerebro tiene muchos mecanismos de evasión.
Es posible que el desconocimiento haga reaccionar de ese modo y haya gente de verdad tan crédula que crea que es falso que las humillaciones, los vejámenes dañen y que sus secuelas puedan lacerar el futuro en tantos planos, social, laboral de pareja…En tantos.
Cuando viene a ver, los que así hablan eran o son atropelladores que descargan su ira, sus frustraciones en los que consideran más propensos a soportarlas y enarbolan esa tesis de que esta es una generación de cristal para justificar hasta ante sí mismos, su ruin proceder.