Por: Felix Santana, administrador financiero de RD.
El impacto que han tenido y siguen teniendo los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump en apenas 100 días de administración, ha sido sorprendente y preocupante en los mercados financieros globales.
Publicaciones periodísticas norteamericanas dan cuenta que, en apenas 71 días, los mercados financieros registran fluctuaciones importantes. Más de 6,5 billones de dólares perdidos del valor de las empresas que cotizan en bolsa.
Para los mercados financieros, la caída del 7% del S&P 500 es el peor comienzo del inicio de un gobierno desde el año 1974, situación más crítica que cuando estalló la burbuja tecnológica a principios del siglo XXI.
Pensar que el actual gobierno de Donald Trump, recibió una economía con base sólida y un mercado bursátil con indicadores máximos históricos pero todo comenzó a cambiar a partir del 2 de abril de 2025 cuando el gobernante dio inicio aplicar los ya conocidos aranceles, desplomándose S&P 500 en un 10% en tan solo dos días, caída comparable a lo sucedido en marzo 2020 al iniciar la pandemia y la crisis financiera 2008.

Las medidas arancelarias comenzaron a generar preocupación por la inflación afectando el mercado, intensificando con el anuncio de aranceles de un 25% a México, Canadá y hasta 145% a China, decisiones que se espera provoquen aumento de los precios para consumidores y empresas.
Hoy impera mucha incertidumbre en los inversionistas, ante tantas fluctuaciones de los mercados financieros, a los cuales les tomó por sorpresa tal situación, pues creían que el mandatario norteamericano había hecho anuncios de campaña pero todo es realidad al convertirse de simples anuncios a ser parte de sus políticas.
Los economistas han empezado hablar y analizar, que la economía, que había estado experimentando una desaceleración constante del crecimiento del empleo, a medida que se enfriaba la inflación, se dirige ahora hacia una inexorable recesión, mucho más aguda, apresurando a los inversores a proteger sus carteras de nuevas pérdidas.
Ahora hay temor de una estanflación o la recesión según entendidos en la materia, al extremo de decir que, de lo que se trata es de un cambio enorme en el paradigma de la economía más importante del mundo.
Los inversionistas se protegen comprando dólares y deuda pública, lo que ha provocado que los mismos hayan aumentado de precio al extremo de que el bono del tesoro a 30 años haya subido a un 5% de rendimiento anual.
La situación es de mucha incertidumbre pues a pesar de que la inflación comenzaría a moverse hacia niveles superiores a los actuales, el gobernante norteamericano pide a la Reserva Federal que baje los tipos de interés cuando esto en vez de aliviar la economía la empeoraría por el hecho de que la inflación se dispararía.
El hecho de que no se bajará la tasa de interés, llevó a Donald Trump a molestarse con Jerome H. Powell, presidente de la Reserva Federal, cuya independencia contribuye a apuntalar la confianza de los inversionistas en los mercados estadounidenses.
Muchos inversionistas hablan de improvisaciones de parte del gobierno lo que lleva a estos a mantenerse constantemente a la expectativa, ahora con un horizonte de cambio de sus planes de tan solo una semana, debido a la imperante incertidumbre que provocan los aranceles, los cuales tendrán efectos impredecibles.
Indiscutiblemente, de persistir la incertidumbre arancelaria podría surgir una posible recesión económica lo que provocará un efecto paralizante sobre la operatividad en las empresas, esperando Donald Trump que las que tienen asientos en otras latitudes vuelvan a la nación norteamericana.
Ya se habla sobre que las navidades 2025 podrían verse afectadas por los efectos de los aranceles, los cuales dispararon los precios de los bienes y servicios, extendiéndose a través de las cadenas de suministro.
Lo que más preocupa a los importadores es el alto costo de los productos, lo que presionará el aumento de los precios de los mismos, ya que tendrán que transferir el aumento de sus costos a los bienes y servicios elevando los precios, haciendo inalcanzable su adquisición.
En lo que esto sucede, cada país busca la forma de negociar con el gobierno de Donald Trump, para bajar o eliminar los aranceles anunciados, que para la República Dominicana es de un 10%, lo que podría afectar sensiblemente las importaciones procedentes de su primer socio comercial.
Las autoridades fiscales y monetarias del país, se mantienen vigilantes constantemente ante la incertidumbre que impera a nivel global.
En lo que respecta a los tipos de interés, el Banco Central de la República Dominicana mantiene la tasa de política monetaria en 5.75% anual, en 6.25% la tasa de facilidad permanente de expansión de liquidez o repos a un día, mientras la tasa de depósitos remunerados u Overnight en 4.50% anual.
En caso de que aumente la inflación en el mercado norteamericano, las autoridades monetarias de ese país tendrán que aumentar los tipos de interés para contrarrestar la misma lo que llevará a las autoridades dominicanas a mantener o subir los tipos de interés de política monetaria para evitar la fuga de capitales hacia ese país.
Por lo que la actuación de las autoridades monetarias dominicanas lo hacen correctamente al mantener la tasa de política monetaria en 5.75% al tiempo de estabilizar la tasa de cambio respecto al dólar mediante su política de mercado abierto, al aumentar la tasa de rendimiento de los certificados financieros y bonos que emite llevándola hasta un 11% u 11.50%, a los fines de retirar liquidez ociosa que podría perseguir dólares, dando al traste con un aumento de la tasa de cambio.
Crecimiento
Organismos Internacionales de Financiamiento y estudios económicos aseguran que la economía dominicana crecerá este año 4.5%, lo que significa que los fundamentos macroeconómicos y financieros se mantienen y se mantendrán vigorosos en los próximos meses en casi el máximo de su potencialidad.
Mientras la política fiscal del gobierno se mantiene moderada, conforme los resultados del primer trimestre del año, asumiendo que durante los primeros meses de cada año el comportamiento de los ingresos y la aplicación de los mismos, siempre se hace lenta resultando un déficit fiscal dentro del rango de lo planificado.
Recientemente, el Banco Central promovió entre los empresarios dominicanos confianza en el porvenir de la economía dominicana a pesar la incertidumbre que hoy domina los mercados producto de los aranceles que afectan las importaciones.
La entidad emisora, destacó el correcto manejo de las tasas tanto activa como pasiva de la banca múltiple, asimismo informó al empresariado estar preparado para implementar medidas que eviten una volatilidad excesiva del tipo de cambio, que pueda poner en riesgo la meta de inflación y la estabilidad macroeconómica.
En tanto, las autoridades se mantendrán atentas monitoreando el comportamiento que tomará el nuevo orden comercial así como el palpitar de los mercados financieros dentro del marco de la economía y finanzas mundiales.
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