WASHINGTON.- El magistrado conservador del Tribunal Supremo de EEUU Samuel Alito ha publicado este domingo su opinión contraria a la suspensión ordenada por la corte sobre las expulsiones de migrantes basadas en la Ley de Enemigos Extranjeros que ha permitido el encarcelamiento venezolanos en cárceles de El Salvador; una paralización que el juez considera «cuestionable y sin precedentes».
Alito, quien se opuso a la suspensión junto al también conservador Clarence Thomas, duda de que la apelación que llevó al veredicto emitido el sábado contra la orden de Trum siguió los procedimientos correctos.
El juez se opuso a conceder «un alivio sin precedentes y legalmente cuestionable sin dar a los tribunales inferiores la oportunidad de decidir, sin escuchar a la parte contraria, dentro de las ocho horas de recibir la solicitud, con un dudoso respaldo fáctico para su orden y sin proporcionar ninguna explicación de su orden».
«No teníamos ninguna buena razón para pensar que, en estas circunstancias, dar una orden a medianoche fuera necesario o apropiado», escribió Alito, en una opinión respaldada por Thomas, en contra de la exhibida por los otros siete magistrados de la corte.
El procurador general John Sauer también ha señalado en un escrito de 15 páginas recogido por Bloomberg que la defensa de los detenidos se precipitó al acudir directamente al Supremo sin que instancias judiciales inferiores conociesen del caso y de sus alegaciones.
Sauer –principal representante legal del Ejecutivo ante la Corte Suprema– ha argumentado que «los tribunales inferiores no han establecido hechos esenciales en este caso» y que aún no se ha investigado adecuadamente «el momento, la naturaleza y la forma de la notificación del Gobierno» a los implicados.
En esta línea, ha reclamado al Supremo que, en caso de mantener su dictamen, aclare si este interfiere con el recurso por parte del Gobierno a otras vías legales para efectuar deportaciones, como las leyes migratorias vigentes.