Bien haría el Alcalde de San Cristóbal, José B. Montás, en conformar una comisión integrada por prestantes y capacitados ciudadanos que analice el caso de la biblioteca municipal y emita las recomendaciones de lugar sobre las características que debe tener cuando sea reabierta.
Resulta que la biblioteca, situada en un añejo edificio situado al lado del cuartel de la Policía Nacional, frente al parque central, ha estado infuncional por años -prácticamente inexistente- y ahora se da pasos lentos para su restauración.
Todo estaría bien si no existiera la preocupación justificada surgida por el hecho de que se planea, según versiones circulantes, convertir ese espacio en “biblioteca digital”. Es decir, un lugar donde no haya libros físicos sino digitales, vistos en computadoras.
Se trata de un proyecto emanado de un viejo acuerdo del Ayuntamiento de San Cristóbal con el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), que suministraría -entendemos- las computadoras.

Ya hay asomos de que, por fin, ha comenzando a implementarse el convenio y de que se ha dispuesto el área física que correspondió antes a la biblioteca y fue destinado a otros fines, desapareciendo las obras que reposaban ahí.
La crítica es por el hecho de que elementos vinculados al cabildo favorecen una biblioteca exclusivamente digital y no mixta (libros físicos y libros computarizados) bajo el criterio de que “los muchachos de ahora no quieren hojear libros”.
Es un concepto errado, dado que los libros físicos persisten y tienen su tradicional atractivo pese a que desde hace unos años han sacado la cabeza los libros digitales, que, obviamente, no agradan a los de mayor edad.
El Ayuntamiento debe cuidarse de no fomentar en ese lugar un centro de internet público, donde los jóvenes solo vayan a conectarse y a entretenerse con el amplio mundo que permite las computadoras, incluyendo los juegos.
Centro de internet es una cosa y biblioteca otra, en la que lógicamente el cabildo tiene que invertir y colocar a su frente a una persona capacitada.
Por eso favorecemos que el alcalde designe una comisión que estudie el caso y haga las recomendaciones de lugar. Existen en San Cristóbal y en Santo Domingo personas bien capacitadas que pueden emitir su opinión e incluso exponerla en un encuentro en el propio cabildo.
Y citamos algunos que me vienen a la mente: Odalís Pérez Nina, Dr Ramón Puello Báez, Dr Domingo Peña Nina, Dr Leonel Martínez, Ramón Mesa, Lic. Alberto Despradel, Rosina Anglada, Isabel Florentino Romero y Dr Guaroa Ubiñas Renville.