El subway de los abrazos

“Quede para la memoria que se registre sobre este mortal a su paso por la vida y por la tierra, que mi mayor aspiración para la humanidad fue la de alcanzar un mundo sin armas y, por tanto, sin guerras y sin temor. Y, que ninguna satisfacción a mi espíritu pudo ser mayor que la derivada de saber que, a conciencia y a consciencia, nunca, ningún ser humano sintió miedo delante de mí”. Testamento de Esteban Díaz Jáquez.

Cuando uno decide aceptar un trabajo en el exterior, tiene que prepararse mentalmente para reprimir ciertas emociones como, por ejemplo, cuando muere un ser querido no estar con los suyos para acompañarlos en la despedida física del fallecido.

Esteban Díaz Jáquez

Cuando ocurrió el crimen de Orlando Jorge Mera; fatídico suceso que consternó a toda la nación, me embargó una gran tristeza que humedeció mis ojos, haciendo brillar más el lago Alster el cuál tengo que bordear para caminar a mí trabajo.

Mi entrañable amistad con él fue siempre motivo de francos y gratos momentos de camaradería, sosiego y consultas de diversa índole, que reafirmaban su condición de ser un joven de nobles cualidades y figura de prominente futuro, en fin, un digno representante de su generación.

Luego falleció mi primo Esteban Díaz Jáquez, quien llevó una vida de patriota. Mis ojos no reaccionaron porque mi corazón se adelantó y latió con un ritmo que pudo ser el de un himno al honor. Seguí controlando los deseos de compartir con los deudos los momentos de dolor, pero cuando en otra madrugada me llegó la noticia de la partida de mi querida Ivonne Haza del Castillo, fue el alma lo que me dolió.

Biografía

Díaz Jáquez (nacido el 1ero. de abril de 1940, en la comunidad de El Pino, Dajabón), fue miembro del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, y fundador de su llamada “Línea Roja”; además de la Unión Patriótica Antimperialista (UPA) y del Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD).

El 1J4 lo envió a Francia como delegado político y allí recibía a los exiliados políticos que salían de la República Dominicana entre 1966 y1968. Más adelante regresó al país de forma clandestina y se integró de inmediato a las actividades políticas.

De 1971 a 1974, siendo dirigente del Comité del Distrito Nacional de la Línea Roja del 14 de Junio, estuvo preso en la Penitenciaría Nacional de La Victoria junto a Rafael Pérez Modesto y Luis Felipe Rosa. Fueron liberados tras una huelga de hambre y la movilización de sus familiares y camaradas en las calles, que incluyó la ocupación de iglesias en esa época.

Con la cierta estabilidad política del país, se involucraría en otras jornadas desde la trinchera del periodismo, la defensa del sector agropecuario y como diputado del Congreso Nacional.

Ivonne Haza

Ivonne Haza

En cuanto a Ivonne Haza, esta mujer llenó de música y enseñanzas a una generación, le dio calidad a mi vida cuando dentro de su entorno familiar me enseñó a pintar con música los días.

Una vez Fernando Villalona me dijo que su éxito no fue sólo por su carisma, que si Ivonne no le hubiese enseñado a usar su voz no habría triunfado.
Días después de la partida de Ivonne, decidí viajar a Santo Domingo y para llegar al aeropuerto debí tomar como de costumbre el transporte público de la ciudad de Hamburgo. Los trenes en Hamburgo (S-Bahn) están entre los medios más populares del transporte en la ciudad, ya que, junto con el metro (U-Bahn), forman un importante sistema que cubre las más importantes zonas de Hamburgo, y es gestionado por la Hamburger Verkehrsverbund (HW).

La línea S-1 del S-Bahn que como todos los de ese sistema, van al nivel del suelo, después de salir de Blanquenesse y pasar por Altona, Jungfernstieg, Hausptbahnhof, en Ohlsdorf, se divide en dos, la primera mitad se dirige a Poppenbuttel y la de atrás se introduce en un túnel que lo lleva al aeropuerto.

Lo que quiero significar es que, sumada a las etapas de aeropuertos de salida, escalas y llegada, se trata de un periplo donde el viajero debe armarse de una coraza de resistencia, y más aún cuando lo realiza en condiciones emocionales de fragilidad.

En honor a estos tres seres queridos, que siempre vivirán en mi corazón, me haré tres propósitos: proteger de hecho y no de palabras el Medio Ambiente; predicar con los hechos, el amor y la paz; y procurar en alguna esquina de mi ciudad querida, una docena de rosas, y recordando el adagio de Albinoni y tocando en mi corazón los valses tristes de Sibelius; llegar al malecón con el azul del mar reflejado en la humedad de mis ojos, para recordar a doña Ivonne.