Mansedumbre es la suavidad que muestra una persona en el carácter. Es una virtud que modera la ira y los efectos desordenados que ésta provoca. Es una forma de templanza que evita todo movimiento de resentimiento desencadenado por el comportamiento de otro.
En la teología cristiana, se define la mansedumbre como el proceso interno por medio del cuál la persona vive en paz (Salmo 37:11), y se hacen cesar grandes ofensas. La mansedumbre puede evitar que las personas se sientan mal por la forma en que son tratadas.Evidentemente, la mansedumbre es tener un carácter suave, moderado, tener paz interior, muy necesario para el ser. Todo ser humano debe tener esa virtud para manejar los agravios a los que son sometidos en el transcurso de su vida.
En este mundo es común que se le enseña a las personas a tener un carácter fuerte, a ser duras con los demás, creen que con eso se hacen respetar y ganarse la admiración de los demás. Pero pienso sinceramente que esas enseñanzas están equivocadas y no se corresponden con la realidad.
El respeto se gana teniendo un buen comportamiento, tratando suavemente a las personas. El respeto no se impone ni se exige. No se ha visto que a la fuerza alguien haya logrado que lo respeten, puede lograr que le tengan miedo, esa es otra cosa que se consigue con un fuerte carácter.
Las enseñanzas de desarrollar un carácter fuerte estimula la violencia, el maltrato y el abuso contra los más débiles. Las personas que poseen ese atributo creen que lo estan haciendo bien, pero no es así.
Jesús enseñó a sus discípulos a tratar a sus semejantes como ellos quieren que los traten. No importa la autoridad que usted tenga, trate a su prójimo igual que le gustaría lo traten a usted, sin ofensa, sin agresión, sin maltrato, de forma delicada, tierna, educada, como nos enseñó Jesús.
La mansedumbre es parte de la formación cristiana, todo cristiano debe manejar su lenguaje, comportarse tal y como lo hizo Jesús. Aún en los momentos más difíciles, Jesús trató a quienes lo atacaron con suavidad, les enseñó el camino del amor, sin despreciarlo.
Pero la mansedumbre no debería ser solo una cualidad de los cristianos, debe ser una conducta de los humanos en sentido general, en un mundo civilizado como el que vivimos, con avances en el campo del conocimiento, es para que tengamos conciencia de que debemos tratarnos como hermanos.
La mansedumbre, es un estado espiritual de la vida de los cristianos que debe ser expandida en toda la humanidad, irla pasando de generación en generación. Promover la mansedumbre en la formación del carácter de las personas, es enaltecer a Jesús y su obra aquí en la tierra.
Mansedumbre es sinónimo de amor, paz, caridad, bondad y templanza. Es una virtud relacionada con la humildad, apacibilidad y dulzura, en contra de la arrogancia y la presunción.