Por: Orión Mejía, periodista de RD.
La estabilidad macroeconómica, que se refiere la certidumbre de indicadores económicos claves, es el pilar que sustenta el crecimiento económico, gobernanza y a la democracia política, porque sin ella no se construiría un entorno de confianza para la inversión, consolidación institucional y desarrollo social.
Ese cuadro de confiabilidad o seguridad se refiere a la fortaleza y resiliencia del sector financiero, control inflación, expansión del Producto Interno Bruto (PIB), equilibrio fiscal y de balanza de pagos, entre otros factores o indicadores económicos y monetarios.
La historia de esa estabilidad macroeconómica está ligada al liderazgo al gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, y a generaciones de técnicos que durante siete ejercicios constitucionales, han unificado con la Junta Monetaria el diseño y aplicación de certeras políticas monetarias y financieras.
Valdez Albizu se ha desempeñado como gobernador del BCRD desde el 31 de agosto de 1994 al 16 de agosto de 2000, y del 16 de agosto de 2004 hasta la actualidad, lo que lo convierte en el funcionario más antiguo al frente de esa institución, razón por la cual su nombre se vincula con la historia contemporánea del sector monetario y financiero.
Tan pronto se desató la campaña aviesa contra el banco múltiple estatal, el gobernador Valdez Albizu convocó a los presidentes del sector financiero y al superintendente de Bancos, Alejandro Fernández, con quienes pasó revista a los buenos resultados del sector, además de establecer un consenso para preservar la estabilidad financiera y macroeconómica.
No hay dudas de que el liderazgo del gobernador, sumado a la presentación de los resultados de desempeño del sector de intermediación financiera, permitió en esa reunión de banqueros disipar la humareda perniciosa, especialmente cuando proclamó que el sistema financiero dominicano continúa mostrando altos niveles de rentabilidad, solvencia y calidad de su cartera crediticia.
Con la reintegración de Valdez Albizu a la gobernación del Banco Central, en 2004, el PIB recuperó su nivel de expansión de un 5% en promedio, aunque aguijoneado este año, por los efectos de un sector externo matizado por la incertidumbre económica, comercial y geopolítica.
La historia de Héctor Valdez Albizu en el Banco Central ha estado estrechamente ligada a la estabilidad de la macroeconomía, que a su vez impulsa el crecimiento económico y fortalece la gobernanza aun en entorno interno agobiado por déficit fiscal y un sector externo matizado por incertidumbre.
Los propios presidentes de bancos convocados oportunamente por el gobernador del ente emisor asestaron, con estadísticas a manos, un macetazo al intento de propagar noticias falsas contra la institución de referencia del sistema financiero nacional. Cuestión de liderazgo.










